"Memória e Destruição", recorridos alternativos en Oporto.


La tierra de nadie / Nobody Land / A new body land
"Tiempo de antes y tiempo de ahora"
"Y todo es tiempo ahora"
(T. S. Eliot -­ Cuatro Cuartetos BURNT NORTONT, parte III y parte V)

El "patrimonio arquitectónico" sucede al "patrimonio humano". Corralas, el caserío, territorio abandonado pero poblado por personas que entran y salen de pequeños ultramarinos, "tascas" y, simultáneamente, permanecen quietas en los poyos de sus puertas saboreando el sol de invierno y los escalones del Río Duero. 
Circuitos artísticos alternativos rompen el paisaje. En la "tierra de nadie", más allá de la muralla fernandina (en dónde otrora se inició la expansión de la ciudad): Fontainhas, Bonfim, Jardim de S. Lázaro, Avenida Rodrigues de Freitas… Movimientos circunspectos han rodeado la casa numero 295, en esta misma avenida, en el pasado día 28 de enero de 2012, con la presentación de la exposición: Memória e Destruição. 
Un colectivo de "diversas áreas artísticas" reunió algunos de sus trabajos con la finalidad de exponerlos en un espacio deshabitado - casa de un solo piso, una especie de tienda flanqueada por dos vanos de acceso, seguidos por tres pisos, siendo que los dos superiores están marcados por balcones. La fachada, guarnecida por un aparato pétreo combinado con azulejo monocromático azul, guarda en su interior el pasado, el presente y el futuro… 
En la "memoria" de estos aristas han quedado: las paredes revestidas de papel colorido que recuerdan a otras épocas, el suelo de linóleo, los muebles, el olor a moho, la suciedad y los trastos. El efecto de "destrucción" dirigido por este colectivo dio lugar a un nuevo espacio y a un nuevo tiempo. Demolición, dislocación, pintura - transformación que dejó residuos de lo que esta casa fue y de su resurgimiento. 
En la exposición se han tejido varias líneas de conexión entre la tradición y la actualidad. Los hilos escultóricos han conducido a la verticalidad del edificio, transmitiendo un carácter de unidad entre las varias obras (instalación realizada por los Bafo de Peixe, del piso bajo al piso 3). No se ha construido la "pausa" sino el sentido de su presencia como en cualquier lugar habitado: A Pauza de Patrícia Cardoso. Se han escuchado pasos de renovación en los registros fotográficos y su disolución que rellenaron pasillos y salas. Ejemplo de ello son las fotografías de Tiago Casanova elaboradas a partir de negativos estropeados - Lost Found and Vice Verça (piso 3). Siguiendo por la realidad y luego pasando a la irrealidad, estos se completan con trabajos de Luís Azeredo - Ilhas de Sabor Tropical (piso 2) y de José Pires - Suposição de memórias (piso 0). 
La música surgió por toda parte. Dj's Blast, Ilegal, Thundercuts, Das Monstrum, a los que se ha juntado el grafitti de Maniaks y del colectivo Rua, en una de las salas (piso 1) - Memória Destrutiva - envuelve toda la pared marcada por vestigios de deterioro. El tema encara acumulación de recuerdos y construcciones evidentes que pueblan el cerebro y su constante necesidad de romperlas y empezar del cero. 
Los dibujos de la ciudad se vuelven ausentes, solo bocetos en Memórias da Cidade de André Cardoso, porque nada es cierto en este lugar que invita a la (des)construcción como la instalación de Maria Tabulo y Sara Ribeiro que, apelando al público para una nueva edificación a través de cajas (molde para la construcción de mobiliario nuevo o de objeto escultórico o, quizás, material listo para ser trabajado). 
Una luz en trayectoria contrasta con la pared blanca, pintura de Gil Madeira, Número 295, Primeiro Esquerdo, oponiéndose a As Coisas de Patricia Figueiredo en un enredo figurativo. 
Materiales pobres, reutilización de objetos como vinilos de los Maniaks y esculturas en cartón del colectivo Rua (piso 1 y 2), llenan los pasillos, seguidos, a su vez, por las ilustraciones de Don't Love (piso 3). 
Se escuchan silencios, dos enamorados en un amparado desequilibrio en el que casi no se tocan, algo entre el fuego y la volatilidad del barco, es la obra Leda e o Cisne (Instalación de María Tabulo, piso 3) que invita a la intimidad e al peligro de una destrucción eminente. 
En el recorrido de un pasillo se encuentra una sala en dónde yacen las cenizas, restos de una obra y una especie de mausoleo sobre un plinto, en dónde se perpetúa un nacimiento - From the same they decame another (Instalación de Hugo de Almeida Pinho…) 
En el final de esta exposición, en un continuo movimiento localizado en la guardilla, se abre un escenario que podría perfectamente ser el de los minutos siguientes a una guerra: una habitación en constante cambio (un tendal, un colchón y un armario) y una luz infinita completan la instalación Le Champ (Hugo de Almeida Pinho), un encuadre fotográfico (la sala de pintura de la Facultad de Bellas Artes de Oporto, palco de la búsqueda que corrompe la narrativa de antiterritorialidad). 
La exposición tuvo la duración exacta de un día… para que la memoria no "congelara" el tiempo (instalación de Maria Tabulo, Reprodução, piso 3), dando tiempo a su destrucción, para que el momento vivido por el público fuera una variable constante de experiencias que no se repiten. Múltiplas y variadas han sido, seguramente, las sensaciones de los visitantes. 
La divulgación del evento tuvo un período muy corto, se ha recurrido a medios como el cartel impreso e internet. Para todos los artistas que participaron, la afluencia considerable de personas ha sido una sorpresa. La casa estaba llena y su diversificado programa la mantuvo ocupada hasta las 12h de la noche.
Memória e Destruição se perpetuará en el tiempo y por la ciudad, yendo al encuentro de caminos semejantes...
(Traducción del portugués: André Magalhães - IRMANARTE)


Video de las intervenciones disponible en la sección Favoritos de nuestra página YouTube.

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